Después de mucho pensar, mucho debatir internamente en la maraña de pensamientos, después de enmimismarme de la forma más intensa, he decidido votar por Mockus, pese a que parezca un recreacionista de Confamiliar.
Es que ha sido muy difícil para mí: tengo primero en la cabeza esta arraigada derecha que he defendido y defenderé siempre. Le agradezco a Álvaro Uribe Vélez todo lo que hizo. Segundo, tengo también entre mis entrañas la fascinación por la cultura, el estudio y la lúdica que representa Antanas Mockus.
Pero siempre le he reprochado a nuestro presidente con quién se ha juntado. Y precisamente, uno de los que no estuve de acuerdo fue con Santos. Lo de la operación Jaque fue algo muy bueno, algo que seguro no se le ocurrió a Santos, pero que tuvo las agallas para realizarlo. Pero, lo que realmente me previene, es el hecho de que no hayan seguido con este tipo de acciones. Si tengo a mi oponente en jaque, busco la forma más rápida para el mate.
Ahora estamos entre un candidato que tiene los ojos al revés (Santos), que llora y se le moja el pelo, y entre otro que muchos tildan de mico o de loco (Mockus).
Creo que al final lo importante es votar, pero yo me inclinaré por la legalidad. Hay que hacer las cosas conforme a la ley. Creo que el Señor Santos no ha seguido las normas y sigue prometiendo lo que no se puede.
Gracias a Dios esto se acaba el 20 de junio, para que podamos seguir viviendo tranquilos, y cada reunión familiar no sea un campo de batalla. Con esto de las elecciones nos estamos volviendo un poquito cansones (nótese el sarcasmo, querido Sheldon).
Un abrazo,
Vlogordo