Lo importante es que esto haya generado una polémica al rededor de lo conveniente que es que todo el mundo exprese su opinión, inclusive sin medir las consecuencias de lo que se dice. Lo que sí es preocupante, es inmiscuirse en una red social, como twitter o facebook, sin medir las consecuencias de esto.
En el mundo como hay fans, hay también detractores. Afortunadamente hay pasiones diferentes por todos los temas, de ahí se nutre la innovación y el crecimiento (científico, espiritual y muchos etcéteras).
Pero siendo figuras públicas, las personas deben entender que se encontrarán en la vida con todo eso. Entiendo las posiciones de Andrés Calamaro y de Alex Syntek. Entiendo además que estén decepcionados de alguna forma de todo lo que implica ser famoso, pero ese es uno de los precios que se deben pagar.
La ventaja es que esas redes sociales son tan democráticas, que cada uno tiene la elección de estar o no estar. El problema es que si realmente fueran democráticas, la decisión de estos artistas hubiese sido completamente distinta, porque normalmente sólo se ve quien hace más bulla, y esas palabras no representan necesariamente a los otros miles o millones que disfrutábamos el contacto virtual con ellos.
A la democracia hay que juntarle obligatoriamente otra palabrita muy de moda: tolerancia. De nada nos sirve la democracia sin tolerancia. Esto también implica respeto.
Una de las reglas que debe tener todo "twittero" o "facebookero" es la tolerancia, respetar lo que dicen unos para exigir que respeten lo que yo digo, a tratar con respeto a todos los integrantes de esas redes, y a decir lo que me dé la gana, pero cumpliendo los otros principios.
Esta es mi posición.
Saludos,
Vlogordo